jueves, 14 de marzo de 2013

DIOS NO USA LAS REDES SOCIALES

Entendiendo la religiosidad como una relación íntima de quien la practica con una dimensión espiritual basada en la fe y en el amor por toda la creación; no me explico por qué tanto afán de algunas personas por exteriorizar esta relación que en principio debe ser personal. Bien lo cita la sagrada escritura en Lucas Capítulo 18 versículo del 9 al 14:
“Jesús dijo a unos que hablaban de sí mismos como justos y menospreciaban a los otros, la siguiente parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo y el otro cobrador de impuestos. El fariseo, puesto en pie, oraba en voz alta de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este cobrador de impuestos; ayuno dos veces a la semana, diezmo de todo lo que gano". Mientras tanto el cobrador de impuestos, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo en voz baja: "Dios, perdonadme, he sido pecador". Os digo que este descendió a su casa perdonado antes que el fariseo, porque cualquiera que se enaltece a sí mismo será humillado y el que se humilla será enaltecido.” Lucas 18, 9-14. 
Dios no usa las redes sociales, no las necesita. Según Wikipedia "La oración es el esfuerzo de comunicarse con Dios, un santo o un difunto, ya sea para ofrecer pleitesía, hacer una petición o simplemente expresar los pensamientos y las emociones personales ". Entonces cual es la insistencia en comunicarse con DIOS por Pin, Whatsapp, Twitter, Facebook; Acaso no es más relevante para ese ser supremo un diálogo mental o verbal pero de manera directa y personal?. ¿En qué momento DIOS dejó de ser lo que fue para convertirse en un eufemismo? o lo que es peor aún una simple metaetiqueta?.
Razón tuvo Frederick Nietzsche al afirmar “Dios ha Muerto, el Hombre lo ha matado” en su obra “Así habló Zarathustra” . Evidencia la incapacidad humana de hacer de su religiosidad un don preciado digno de hacer visible en sus acciones con el prójimo más que con alardes simbólicos que deprecian el valor cosmogónico de las relaciones espirituales del ser humano con la naturaleza.
 Esos impolutos que saturan las redes digitales con el nombre de Dios solo buscan una manera moderna de etiquetarse a ellos mismos para posar de "puros" ante sus contactos sociales; pero en su interior sabrán ellos cuanto resentimiento guardan contra el prójimo, quizás hace cuanto no hacen el bien sin mirar a quien. No es la camándula más larga la que nos hace menos pecadores. Si por cada mensaje sobre DIOS que se publica en las redes se hiciera un aporte de 1 peso Colombiano tendríamos suficiente dinero para erradicar la pobreza en nuestro país.
Por tanto se puede ser creyente y racional a la vez. Estas letras no son un ataque a la fe, hago una invitación a la razón, que, según la doctrina, es un don, un regalo de Dios, que no está de adorno, sino para ser usada con responsabilidad y respeto.

Ernesto Javier Fernández Tovar
E-mail: ernestojavi@hotmail.com
Twitter: @ErnestoJavierFT

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